Abarth Grande Punto vs Seat Ibiza CupraExcepto que uno sea un consumado volantista o piloto profesional, no cabe duda de que para disfrutar conduciendo no hay nada como un pequeño GTI. Una categoría de automóviles sumamente atractiva y al alcance de muchos donde destacan los Abarth Grande Punto y Seat Ibiza Cupra.
Los R5 GT Turbo, Fiat Uno Turbo y Peugeot 205 GTI formaban parte de los coches más deseados de los años 90’. Modelos absolutamente aspiracionales para jóvenes y no tanto, con los que se creó una categoría de automóviles que ha perdurado hasta nuestros días, inaugurada por el sempiterno Golf. Bien es verdad que, con la invasión de los rápidos y económicos TDI, los GTI pasaron a un segundo plano años atrás, pero últimamente parecen haber recuperado protagonismo gracias a una oferta cada vez más amplia y variada. En este panorama, nos encontramos con los nuevos Abarth Grande Punto y Seat Ibiza Cupra.
No hace falta profundizar mucho, para comprobar que estos modelos ofrecen muchas similitudes desde el punto de vista técnico. Para empezar, ambos utilizan una carrocería con una configuración muy similar, tienen un peso y dimensiones muy parecidas, los dos están animados por motores de 1.4 litros sobrealimentados —para los que se declaran 180 CV—, montan suspensiones de similar diseño y enérgicos tarados, mientras que en el plano estético ofrecen una imagen muy deportiva.
Ahora bien, como se podrá ir descubriendo a lo largo de estas líneas, son bastantes las diferencias que se pueden apreciar cuando se analizan en profundidad y se tiene la suerte de convivir con ellos unos días para recorrer un buen número de kilómetros por todo tipo de trazados, incluido nuestro Circuito del INTA.
Teníamos muchas ganas de probar el nuevo Abarth Grande Punto. La unidad escogida para la ocasión montaba además el Kit SS —Super Sport— que se ofrece en opción para el modelo italiano. Este kit incluye una preparación de motor —gestión, escape, inyectores, turbocompresor filtro de aire, etc—, con el que la potencia del 1.4 litros que le anima pasa de 155 a 180 CV. Así mismo, también recibe muelles de suspensión rebajados, llantas de 19 pulgadas calzadas con neumáticos especiales, discos de freno perforados y pastillas de competición. El Kit SS se suministra en un cajón de madera, como ocurría antaño con las preparaciones Abarth, a un precio de 4.500 € y precisa de doce horas para su montaje en el taller oficial, no incluidas en el precio del propio Kit. Con este último el Grande Punto Abarth aumenta considerablemente tanto en prestaciones como en deportividad y eficacia, lo que le sitúa en inmejorables condiciones para enfrentarse al nuevo Ibiza Cupra.
El modelo español también emplea un motor de cuatro cilindros de 1.4 sobrealimentado, pero en este caso cuenta con inyección directa de combustible y, además del turbocompresor, incorpora un compresor volumétrico para conseguir una superior respuesta en baja y una mayor progresividad en la entrega de potencia. Se trata, por tanto, de un motor que está a la última en todo y que se puede considerar como un verdadero catálogo de soluciones de vanguardia. Una verdadera maravilla que encandila al usuario con un funcionamiento suave y refinado. Ofrece así una elasticidad sobresaliente y una extraordinaria capacidad de respuesta, además de un margen de utilización muy amplio. No es tan refinada en su funcionamiento, pero la mecánica italiana también sorprende por su rendimiento y un poderío extraordinario, que se ponen de manifiesto con un valor máximo de par, que alcanza nada menos que 33 mkg, como se ha podido comprobar en el banco de rodillos. Tiene un carácter absolutamente explosivo, el típico de los motores turbo de antaño, pero con la ventaja de que en baja también responde muy bien y eso que el turbo que se emplea no es de geometría variable. De su extraordinario poderío dan fe unas prestaciones de primera, especialmente en las pruebas de aceleración y adelantamiento donde supera con holgura al Ibiza Cupra, como se puede comprobar por los datos obtenidos por el Centro Técnico.
Duelo de cambios
Por cierto, que este nuevo Ibiza Cupra ha resultado claramente más lento que el Cupra de la generación anterior, con el motor de 1,8 litros de cinco válvulas por cilindro, cediendo en torno a seis décimas tanto en el 0 a 100 km/h como en los 400 metros saliendo desde parado y casi segundo y medio en los 1.000 metros. Las recuperaciones, lógicamente, son mucho mejores en el nuevo modelo, pero no son comparables, ya que el cambio DSG de siete velocidades que incorpora de serie el modelo español cuenta con función ‘kick-down’, cuando se pisa a fondo el acelerador y reduce una o varias marchas incluso en el modo manual. Por cierto, que esta caja de cambios es una verdadera maravilla, capaz de encandilar a cualquiera.
Con el programa automático es muy suave en las inserciones y se adapta a la perfección al estilo de conducción, sobre todo cuando se acciona el modo Sport. Cuando se emplea manualmente, conserva la suavidad, es muy rápida en las inserciones y al contar con siete relaciones, tenemos la marcha adecuada para cada momento, incluida la autopista donde se puede viajar a cruceros elevados con el motor muy bajo de revoluciones para favorecer los consumos. En conducción deportiva se comporta asimismo muy bien pero, para que no tenga ideas propias conviene no vencer el tope del kick-down con el acelerador.
El Fiat se conforma con la caja manual de seis marchas pero esta ofrece un funcionamiento rápido, muy suave y preciso, cuenta con unas relaciones bastante ajustadas en las cinco primeras relaciones y una 6ª de desahogo para autopista. Evidentemente, no es tan cómoda en el día a día como la DSG que monta el Cupra, pero es todavía más convincente en conducción deportiva.
Al igual que su oponente, el Ibiza Cupra recibe muchas modificaciones en las suspensiones que, curiosamente, ofrecen un esquema bastante similar. De esta manera, se incorporan muelles y amortiguadores más enérgicos con los que se reduce además la altura de casco, silent-blocks más enérgicos, una barra estabilizadora delantera más gruesa (19 mm de diámetro en lugar de 18) y un calzado bastante generoso sobre llantas de 17 pulgadas. Generación tras generación, los Ibiza Cupra se han distinguido siempre por una puesta a punto del bastidor bastante radical con unos tarados de suspensión muy enérgicos, quizás demasiado para vehículos que se utilizan a diario. En esta ocasión los reglajes continúan siendo duros pero, afortunadamente, no tanto como en ediciones anteriores y gracias a ello el confort de marcha prácticamente no se resiente con respecto a versiones menos impetuosas del modelo. Todo un acierto, máxime si se tiene en cuenta que el comportamiento del coche es muy bueno, fácil y bastante eficaz contra el crono, como se ha podido comprobar en los distingos ejercicios que se realizan en el INTA.
El Cupra va muy aplomado a alta velocidad, mantiene muy bien la trayectoria y en curva además de sujetarse muy bien, es básicamente muy neutro de reacciones y sólo si se fuerzan mucho las cosas tiene una clara tendencia al subviraje en los giros más cerrados. El coche no plantea problemas y es fácil sacar partido a las excelencias de la mecánica en cualquier tipo de trazado. Mención especial para el potente equipo de frenos opcional firmado por AP que se puede montar en opción.
Abarth SS, más exigente
El Grande Punto Abarth SS también frena muy bien y es muy eficaz, pero su conducción es algo más exigente y no sólo por la arrolladora respuesta de la mecánica. Va mucho más duro de suspensión y apenas se inclina en curva rápida, si bien no transmite tanta confianza en los trazados más veloces dado que a la dirección eléctrica le falta precisión y obliga a continuas correcciones con el volante. Esto no ocurre en los tramos de carretera más virados, donde el deportivo italiano se encuentra en su salsa, se le puede sacar un enorme partido y mucha diversión. En estas circunstancias el tren delantero va, no obstante, excesivamente duro y tiende a rebotar a poco que el estado del firme se deteriore, lo que también repercute en el confort. No es de extrañar que las pérdidas de motricidad sean también más acusadas y el subviraje la nota dominante al límite. Sólo forzado muchos las cosas el tren trasero llega a insinuarse ligeramente en los cambios de apoyo, pero al igual que en su oponente, va muy sujeto y raramente plantea problemas.
Como se ha podido comprobar en circuito, el Abarth empata con el Cupra en eficacia, pero esto se consigue siempre a costa de mayor concentración y un superior esfuerzo a los mandos, ya que su conducción es siempre más exigente. Como ocurre en su oponente, el ESP no se puede desconectar del todo, siempre queda latente, pero afortunadamente está muy bien tarado y apenas interfiere en la conducción.
Caprichos GTI
Salvo que uno se conforme con el Abarth Grande Punto sin el Kit SS –se puede ahorrar en torno a 6.000 €-, el precio no será lo que de incline la balanza de un lado a otro. No cabe duda de que son dos coches que se compran por capricho y en este sentido la estética es un factor muy importante. En este capítulo los dos ofrecen muchos atractivos, pero el modelo italiano puede que resulte algo más exclusivo y sugerente, entre otras cosas, porque su difusión será mucho menor, dado que sólo se comercializa a través de la exigua red Abarth. El modelo italiano será también el favorito de la clientela más radical, amante de la competición, las sensaciones fuertes y aquellos que se dejen seducir por el retorno de una marca mítica.
Ahora bien, para la mayoría el Ibiza Cupra será la opción más adecuada, ya que se trata de un vehículo de superior calidad, más avanzado desde el punto de vista técnico, y también más cómodo y agradable de utilizar y que dará muchas satisfacciones en el plano dinámico. No sólo es rápido y eficaz; también es divertido de conducir.
http://motor.terra.es/pruebas-coches/articulo/abarth-grande-punto-seat-ibiza-52722.htmFicha técica:
http://motor.terra.es/pruebas-coches/articulo/abarth-grande-punto-seat-ibiza-52722-ficha-tecnica.htmDados obtidos:
http://motor.terra.es/pruebas-coches/c_nuestros.cfm?id=MOT52722